Hay
un secreto que escondí bajo tu piel y mientras escarbaba para guardarlo
encontré un ángel oculto, justo ahí en tu corazón donde nacen sueños nuevos,
sueños con alas y sinceros. Ese espíritu celeste me miro y atravesó con sus
ojos de infinito. Me hizo reír y temblar, me hizo creer y volar, me elevó más
allá de donde van todos los sueños sin destino buscando siempre a su igual.
La
cosa sabes, es que al liberarlo de tu pecho ahora lo veo en cada momento, en
cada aliento, en cada espacio y cada verso, en cada parte de mí, de ti, del silencio.
Cuando tocas mi mejilla, cuando estallas y me miras, cuando lloras y sonríes
ese ángel me traspasa y me mide desde la voz hasta los huesos, cuando duermes y
cierras esos ojos tan hermosos que me roban el aliento, es cuando el habla;
susurros vastos y sencillos entre tus labios cerrados y la almohada. Me habla
de un cielo abierto que entre besos y nubes blancas de caricias arrullan
nuestro lecho, me cuenta de un abrazo púrpura y desnudo que es un sueño, un
beso, un instante detenido en el tiempo sufriendo siempre esa sed irremediable
de tenerse y de perderse, de buscarse y no encontrarse, de encontrarse y no
quedarse, de estar tan cerca y alejarse.
A
veces siento que este ángel que me mira a través de la rendija, de esta honesta
poesía, de este instante que nos mira, de este corazón de amante, de esta
imagen que se queda aquí en mi sangre y que me grita que te ame sin importar
nada ni nadie. Este ángel tan salvaje, tan níveo, tan extraño y tan ávido como
yo mismo, me mira desde tus abismos y me grita al filo de la cornisa…
…Soy
un ángel que con alas de caricias, besos tiernos y feroces, piel manchada de
estrellas, ojos vastos y curiosos, tan brillantes como lunas, muslos tibios y
feroces, labios hambrientos tan vacíos como llenos de anhelantes fantasías, y
en el núcleo algo escondido que guardo solo para ti. ¡Sí, soy un ángel¡ ahora
sabes mi secreto. Vivo y sueño prisionero aquí en el pecho con mis alas amarradas,
tan sediento como tú sobrevivo en las entrañas de esta alma que ama y sueña con
fiereza, pero teme y se pierde entre la espera.
Soy
el ángel al que ustedes claman y que a veces esperan eras y eras para tenerme
en su existencia, al que le lloran y le gritan, y al final cierran la puerta
como si nada, ese ángel por el que sueñan y se pierden en quimeras, ese ángel
fiel y libre que da aire y redime, ese ángel por el que el cielo es alcanzable
y el océano navegable, y el universo, entra en un beso.
Ese
ángel, al que ustedes llaman el amor.
…Ese
ángel soy yo.
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