la locura es la verdad de almas incendiadas
el amor cruel constante que libera y aprisiona
sueño permanente de voz silente es la muerte
La agonía del espacio inerte exprimiendo el semen de la vida
pero el tiempo siempre se muestra atrapado entre los muslos del destino
la indiferencia es la peor de las soledades
oxidando realidades
burlando sueños
engañando mentes.
El dragón de cola amarilla no dejara que te olvides de tus fantasmas,
de tus traiciones
de tus duelos,
de ese pecado que escondes bajo tu pecho,
las calles, las sombras
los sacrificios de los amantes olvidados.
Aquí en el alma
hemos forjado a los exiliados,
enloquecidos por un beso profano entre madrugadas prófugas y lascivas.
La gente cree en realidades difusas
en dioses de carne y metal
desgarran el aire con su aliento
sueños confusos
Ideales torcidos
No hay clemencia
no hay razones
no hay pacto
no hay silencio
no hay cordura
no hay futuro
aléjate de las voces afiladas y de los corazones hueros
permanece sediento
fluye. Ceguera
Somos el mundo.
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