viernes, 9 de diciembre de 2016

Supernova 

Dame tus sombras, contorno impalpable flama etérea, centella extensa, que a su paso todo lo penetra. 
Tu furia perenne, exacerbo del espacio,
notoriedad del tiempo para nombrar todo lo que consta.  

Orbe incierto, inercia desde el cielo   
Oh limbo profano, deseo tu lengua deambulando entre mis versos, tu aliento respirando por mis grietas.
Para concluir con lo perpetuo  
y así gritar en silencio. 

Incendia, brilla, explota sin estruendo, permanece 
mortecino y ardiente, 
Vestigio y fuego vivo, 
océano de crepúsculos que vuelan
cornisa sin bordes, elemento intangible. 

Aúlla en el extenso paraíso, tinta y nimbo, 
Detrás de la tenue nostalgia que se avecina 
entre yermas montañas que te elevan hasta el borde de ti mismo, hasta el sueño no soñado,
hasta el verso no escrito. 

Espasmo viril en la soledad que nos une y nos separa, lava de entraña incendiada, 
de bulbos y semillas creativas y sedientas. 

Entrega, delirio arcano, estigma silente, 
momento que enloquece, como el viento en la tormenta. Sopla incorpórea, sopla, furiosa y lasciva   
como el céfiro inmortal que fecunda nublos y 
mares candentes como el placer y sus burbujas diamantinas que explotan al empalme de mi lengua. 

Entre mis simientes y fantasías más extravagantes, incendia el verso las estrofas de mis sueños; 
detona la voz dentro del aura fatua y pueril 
invisible y pura; 
estallando como estallan las estrellas cuando eyaculan infinito y solo dejan su simiente palpitando en los planetas como palpita el tiempo en el espejo bailando suave tropezando entre la muerte, 
con sus mismas huellas y su misma mirada; 
¡estalla como la distancia que te engulle¡ 
como el corazón que te cuestiona,
¡estalla en ti mismo¡ detonación sin sonido, 
vida sin miedo, afán sin deseo. 
Para desaparecer del caos, 
para terminar con el siempre 
escurriendo entre los dedos. 


<K>


2 comentarios:

  1. como el corazón que te cuestiona,
    ¡estalla en ti mismo¡ detonación sin sonido...

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  2. Yo diría que la mente cuestiona a Agustín. Se puede entrever una angustia y un vacío muy popular de este siglo...y me parece muy bien experimentar otras metáforas. Estamos demasiado llenos de oscuridad, de sombras. Me gusta tu poesía.

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