la noche brilla y el corazón espera.
Me salte tu voz y tu latido
y yo debo buscar el mío,
extraviado entre las faldas del destino
en el alto mirar de este cielo enrojecido,
por encima del olvido. perpetuo, oblicuo,
silencioso...!
Se divide el corazón en pedazos
y sonríe a la noche que lo mira con ternura.
Adiós, cielo eterno y verdades dichosas.
Donde los instantes hallaron su destino.
Donde tus silencios exiliados encontraron sus latidos
perseguidos por los pies de los ángeles desnudos
Y esos besos incesantes...!?
Y esa mirada de alma tuerta...!?
Sobre cada poro y cada anhelo,
sobre cada corazón sin vuelo
Miran a través de la distancia
donde las aves se ocultan del cielo.
Donde caen los antifaces
visitando los vientres de todas las eras,
para preñarlas con este verso frenético.
Si ven que alguien vuela desangrando sus deseos
en vez de estar perdiendo sus latidos,
derrama el corazón sobre ese sueño
besando al viento
lamiendo el tiempo...!
...Lamiendo el tiempo...!
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