Que tanto he caído en este extraño precipicio
con las alas amarradas y un nudo en las entrañas
arrastrando profundos vacíos y deseos maquillados
lamiendo sombras y remolcando memorias
Que tanto he buscado bajo las faldas de la existencia
bajo vanas fantasías, desde salvajes utopías
en las patillas del tiempo se quedo ese aliento vil
que solo existe en los colmillos de tu mente
Que tanto he deseado las caricias de la noche
pervirtiendo mis sentidos, arrancándome las uñas
en un interminable torbellino insólito...
juez, verdugo, rey, mendigo y a veces peregrino
Que tanto he perdido arrepentido y agraviado
caminando por el mismo verso, bajo el mismo cielo
escupiendo compasión y vastos celos
pregonando igualdad sobre el hombro del mas tuerto
Que tanto he extrañado a mi ser bajo tus brazos
a mi boca entre tus piernas y mi aliento en tus lunares
voy recogiendo pedazos de sol, trozos de mi...
guardados en el beso de un hondo recuerdo
Que tanto he amado hasta que se cayo mi piel
mis ojos se cegaron y mis pies se sujetaron a tu quilla
no hay lugar donde quepa tu tirana existencia
mas que en los signos de mi ser y la imprudencia de tu ausencia
Voy atando tenues hilos de mi esquivo destino
liberando esquizofrenicas razones en la faz de mis rincones
la fiereza y la locura alimentan corazones
son la esencia del que ama y el que grita con el alma
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