deje mi nostalgia enlazada a tus caricias,
mi tumba fue tu pleno y tu brote mi templo
se quedo un cerbero en tu pensamiento
intrazable, desvanecido
La inmensidad espera en la penumbra de tu ombligo,
en la paredes de tus ensueños, en los bordes de tus caderas.
Con la vista muda miro al signo consolado
ataviado de promesas burdas y sueños escaldados,
lejos esta de mi esa vana cortesana
se marcho dejando el soplo y sus gemidos
la palabra pervertida y una runa que susurra
Una lagrima que vaga, un recuerdo que palpita...
Nunca volví me quede enraizado en tu perpetua figura
en la promesa etérea de un manto sin abismo,
de una lagrima seca, de un beso sin miedo
de un amor sin condición libre, simple
nunca deje de creer, nunca deje de ser nunca volví...
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