<aL LIMITE DEL
DESIERTO>
He viajado a
través de un cielo sin límite,
un océano de fuego y destellos desbocados,
He probado y sentido tan insondables cosas
que han desbaratado mi médula, renaciendo en mis ecos.
Que rebotan por mis rincones, por mis duelos,
por mis deseos mas perversos
Porque es aquí donde nace mi destino.
Concebido en el olvido de mi mismo,
Erosionando mi memoria hasta dejar solo desierto,
que fue preñado por el tiempo y por los versos.
Y si el amor es el sol. Es la voz.
Es el cáliz entregado a un sueño ermitaño,
que lo clava a la cantera
y en el río de plata recoge sus entrañas.
Con astillas de metal tan frío como extraño,
perforando sus manos, penetrando sus fantasías,
fragmentando el corazón y así lo arroja
para crearle sus alas.
Sus cráteres cubren cada recuerdo
como una luna herida y sedienta,
y de estrellas y poemas se alimenta.
Renace con la fuerza de mil pasiones
Hasta que transformada en verdad,
se olvida de la posesión y el cuerpo.
Derrocando a la distancia y sus demonios,
con el fuego de sus venas,
un océano de fuego y destellos desbocados,
He probado y sentido tan insondables cosas
que han desbaratado mi médula, renaciendo en mis ecos.
Que rebotan por mis rincones, por mis duelos,
por mis deseos mas perversos
Porque es aquí donde nace mi destino.
Concebido en el olvido de mi mismo,
Erosionando mi memoria hasta dejar solo desierto,
que fue preñado por el tiempo y por los versos.
Y si el amor es el sol. Es la voz.
Es el cáliz entregado a un sueño ermitaño,
que lo clava a la cantera
y en el río de plata recoge sus entrañas.
Con astillas de metal tan frío como extraño,
perforando sus manos, penetrando sus fantasías,
fragmentando el corazón y así lo arroja
para crearle sus alas.
Sus cráteres cubren cada recuerdo
como una luna herida y sedienta,
y de estrellas y poemas se alimenta.
Renace con la fuerza de mil pasiones
Hasta que transformada en verdad,
se olvida de la posesión y el cuerpo.
Derrocando a la distancia y sus demonios,
con el fuego de sus venas,
con el grito que recorre lentamente sus rincones,
con el brillo de este verso enloquecido
con la fuerza de sus sueños.
A. Carrera>>>
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