viernes, 1 de abril de 2011

LEBELULA

                                                 -capitulo.3-

—De nuevo ese muchacho de ojos tristes y piel descolorida me persigue en mis sueños, se le mira tan extraviado, tan seco, tan ausente, como si la vida se le escapara por esos extraños ojos de dos colores. Será algún condenado enviado para robarme mis sueños o será tal vez solo un sueño perdido en busca de un hogar. No, debe ser algo mas llevo ya demasiadas lunas compartiendo mis noches con este extraño y marchito ser, sucio y descuidado pareciera que esta enfermo, además que es todo eso que pone en su cuerpo, cada vez que lo usa lo mantiene como un espectro embrujado, prisionero en una clase de infierno, debió de haber hecho algo muy malo para ser castigado así, pero por que se lo hace así mismo tal vez es amenazado por alguna secta como los señores de la luz y tienen atrapada a su familia si no por que lo haría. Por extraño que me parezca no le temo hay algo en el que me parece muy cercano casi intimo será acaso un castigo de los dioses que escuchan en mis pensamientos y saben de mi repulsión hacia ellos, no eso no, pues siento que este hueco que llevo por siempre escarbado en mi pecho se llena cuando sueño con el, siento igualmente un irremediable deseo de aliviar su dolor aunque para ser muy honesta conmigo misma, comparto con el su profunda tristeza misma que siento grabada en una parte muy profunda de mi que no conozco y que no controlo, además de todo siento un cariño muy grande por el, como es posible que me encariñe de un sueño. Necesito respuestas y las necesito ya antes de que el sacerdote se de cuenta de que no mate al brujo en aquel acantilado, como matarlo después de lo que me dijo y la forma cómo me miro era como si pudiera verme a mi misma en sus ojos y no me gusto nada lo que vi. Así me verán los infortunados que pierden la vida bajo mi obsidiana, tan perversa, tan monstruosa y tan terriblemente falsa a la vez. Siempre he creído que es un dios el que a través del sacerdote elige quienes y por que deben morir yo solo soy la que entrega el mensaje o no es así ¿que tal si soy solo un efecto manipulado por otro hombre? que en ese caso merece mas la muerte que aquellos a quienes señala como condenados. Antes de ser lo que soy era otra victima mas, una vida lista para ser cortada por la muerte aunque ahora siento que eso no ha cambiado en nada antes victima ahora victimaria sigo estando a merced de alguien o algo mas, y hay muy poco que pueda hacer al respecto. Me siento atrapada, sin salida ni libertad. Llevo tanto siendo una asesina para el culto de los exiliados, siguiendo los designios del sumo sacerdote que me salvo la vida, manteniendo este supuesto equilibrio, que ahora yo no tengo equilibrio y no se quien soy, siento en mis entrañas que todo a sido una asquerosa mentira. Este brujo al que iba a matar sin cuestionamientos, ni remordimientos, con tan solo una frase cambio todo en mi vida y ahora ya no soporto ni un minuto mas en mi misma y mucho menos aquí, ya he tomado mi decisión esta noche partiré en busca de ese misterioso brujo, si me apresuro lo alcanzare donde me dijo esto me traerá consecuencias muy severas, seguramente el sumo sacerdote mandara tras de mi a sus mejores asesinos solo espero que no mande a fuego.  
La partida de la asesina fue melancólica camino lentamente pero sin voltear atrás, paso a paso sintiendo que el pecho se le reventaba, algo a lo que ella conocía como tristeza escurría furtivamente por sus profundos ojos oscuros, había soñado cien veces con el momento en el que fuera liberada de tan pesada carga y ahora que tomo esa libertad bajo sus pies no siente mas sino melancolía. Eran ya 13 años desde que el sacerdote exiliado la había recogido casi muerta en aquel desierto rodeada de yucas y nopales y ahí en el templo del exilio junto a sus compañeros asesinos quienes serian lo mas cercano a una familia dejo lagrimas y sangre que ahora son como otro sueño mas que se pierde entre las faldas del destino. Hubo una época en la que solía estar segura de quien era y por que hacia lo que hacia pero ese tiempo ha terminado ahora solo quedan dudas y remordimientos. Solo había algo claro en la cabeza de la asesina encontrar  a ese enigmático brujo que con una frase había cambiado todo su mundo, y entender  así quien era ese joven descolorido con el que compartía algo mas que solo sus sueños y sus pesadillas
—Tengo que encontrar a ese brujo—se decía la asesina mientras devoraba paso tras paso la distancia frente a sus pies, era como si quisiera saciar un hambre acumulada en toda su vida un hambre de luz, un hambre de respuestas, un hambre de libertad y ella sabia en su corazón que solo ese brujo nómada tenia las respuestas que ella tan frenéticamente buscaba, pero ¿donde hallarlo? hacia ya tres noches que se había marchado en dirección a los desiertos del norte y ese era un rumbo del cual la asesina no quería saber nada desde que se convirtió en prófuga trece años atrás llevándose la vida de un sacerdote luz y un guardia máximo que habitaban en la irónicamente llamada ciudad luz hogar del máximo emperador del mundo conocido. Tan absurdo e irónico como el nombre de la ciudad era el  también llamado culto de la luz una secta de brutales, lascivos y oscuros sacerdotes que dominaban con sangrienta mano el imperio, las vidas y destinos de los que ahí habitaban incluyendo al títere flácido el mismo emperador máximo, este era un sitio al que nadie se quería acercar, mas nadie tenia el valor de abandonarlo y la asesina no era la excepción había jurado nunca regresar, sin embargo ahora había mas que una razón existía un sentido que ponía en su presente una cálida sensación y le daba algo que nunca había tenido, esperanza y libertad y eso era mas valioso que su propia vida y mas fuerte aun que ese miedo entumecedor que recorría sus entrañas.
—Si deseas saber quien eres y encontrar tu destino, sigue a las estrellas gemelas que se ven cuando miras hacia el norte con la luna a la izquierda mantente firme hacia el reflejo.
—Dijo el brujo pero cuales son hay tantas estrellas en el cielo que no se a cuales seguir. Siempre es lo mismo con estos brujos, hablan tan misteriosamente, todo lo dicen como con alguna clase de clave, como si quisieran guardar algún secreto. Era mas fácil cuando alguien me decía que hacer, el gran sacerdote solo me señalaba quien debía morir y yo me ocupaba del resto.
La asesina detuvo sus pensamientos. Una ola de soledad y tristeza inundaba su ser y todo lo que la rodeaba, de pronto se dio cuenta que estaba completamente sola y por primera vez desde que iba a ser sacrificada se sintió indefensa. Sin poder evitar esa sensación sobrecogedora que le estrujaba el pecho comenzó a cuestionar si lo que había hecho era lo correcto.
—Tal vez no debí haber huido, tal vez no debí haberle perdonado la vida a ese brujo, tal vez solo me engaño para escapar de la dama oscura. Lo mejor será dejar de perder mi tiempo en suposiciones lo que tengo que hacer es encontrar a ese brujo y si me engaño deseara haber muerto en aquel valle. Lo mas indicado será encontrar un sitio despejado en este bosque algo elevado y claro en esas montañas que se ven a lo lejos mejor, será que me apure seguramente algún otro asesino de los exiliados sigue mi rastro me pregunto a quien habrán mandado solo espero que no sea el. Como me metí en tantos problemas resulta difícil entender cuanto puede la vida cambiar en tan solo un día, ayer era la asesina preferida de los exiliados y hoy me persigue uno de mis hermanos para matarme, regreso a la ciudad mas pavorosa de la tierra conocida en la cual debo la vida de un sacerdote luz y un guardia máximo, y persigo a un fortuito brujo en busca de no se que, aunque para ser verdadera conmigo misma siento algo extraño y satisfactorio en mi pecho una mezcla de paz con alegría—lo que la asesina sentía por primera vez era la felicidad que solo se siente cuando tomas tu propio camino y sales en busca de tu propia voz.                 
Estaba ya entrada la noche cuando la asesina alcanzo la cima de una de las montañas que formaban una extensa cordillera entre el bosque lejano y los desiertos del norte después de casar algún suculento animal de la zona, armo una pequeña fogata para cocinar su presa. Ahora había que buscar esas estrellas gemelas.
—Mm la carne de ese tlacuache estaba deliciosa, ahora como descubriré cuales son las estrellas del brujo, deben de estar en dirección al cielo del norte pues es para donde se dirige pero ¿Cuáles? No había notado lo hermoso que es el cielo salpicado de todas esas estrellas, ¿serán otros seres que se asoman para ver que es lo que pasa aquí en la tierra oscura? si es así que perdida de tiempo pues aquí lo único que pasa es muerte y desesperanza. En donde están esos dioses de mis antepasados que simpatizaban con las personas, los necesitamos tanto, acaso ya nos han abandonado, se han ido mas allá de donde van todos los sueños o es que nunca existieron y son solo leyendas para engañar a las mentes y así no enloquezcan de desolación.
Una  profunda tristeza se clavo en el alma de la asesina, una tristeza heredada que estaba marcada en su ser mas allá de las razones o cualquier explicación. Y ahí tumbada con los ojos fijos en las estrellas se dio cuenta que lo que sentía estaba mas allá de si misma, parecía pertenecer a todos los seres asesinados, abandonados y exiliados, a todos los jóvenes que habían perdido sus sueños y esperanzas ahogados por al guerra, el miedo y la esclavitud que mas lacera, la del espíritu, un torrente de lagrimas fluyo de la asesina, tratando en vano de aminorar su tristeza recordó a su padre asesinado y a su madre que tuvo que abandonar pero aun con mas fuerza y añoranza recordó a aquel muchacho que alzaba la voz con gritos de igualdad y libertad, ese que con un beso le enseño que existía algo mas que el miedo en los corazones de la gente, mas el tiempo y sus caprichos se encargo de alejar sus caminos pues el también tuvo que huir para salvar la propia vida, recordó también la noche en que se despidieron y las palabras del rebelde de alguna forma llegare a ti Luna—¡Eso es!— una inmensa alegría invadió de pronto el corazón de la asesina—¡ese es mi nombre, Luna! lo he recordado, pero como puede olvidarlo fue el terrible entrenamiento al cual me hicieron pasar los exiliados para convertirme en asesina para controlarme y así como yo me escondí también escondí mi nombre, tan dentro como pudo llegar mi miedo hasta que lo olvide así como me olvide de vivir, hoy lo recuerdo y ya me canse de sentir temor, mi nombre es Luna.—esa noche algo en Luna parecía ser diferente había algo mas en ella, una sensación de pertenencia al saber cual era su nombre no seria llamada nunca mas asesina jaguar, ni seria usada sin importar lo que encontrara  en su camino lo afrontaría con libertad y la seguridad de saber quien era, así el sueño sorprendió a la bella Luna y aun con lagrimas en sus ojos abandono la vigilia para sumirse en la tierra de los sueños, solo que esta vez era diferente. En su sueño no vio a aquel extraño ser de piel descolorida como solía verlo cada vez que dormía, este sueño era otro.
— ¿Tendrás muchas dudas me supongo?—como por arte de magia frente a Luna se postraba el mismo brujo al que debía de haber asesinado en aquel valle al pie del acantilado
— ¿En donde estamos? ¿Que es este lugar tan brillante? ¿Es brujería?
—Es un sueño asesina
—Mi nombre es Luna
—O si lo olvidaba ahora sabes tu nombre, pero ¿sabes quien eres?
—Te lo dije soy Luna
—No, así es como te nombras, el quien eres es mucho mas que solo sonido y silencio para que esas letras tengan significado necesitas saber quien eres y por que estas aquí
—Es por eso que necesito encontrarte pero no se cuales son las estrellas gemelas a las que te refieres
—Pero ya las has encontrado Luna solo mira con atención dentro del manantial que se encuentra hacia el norte a las faldas de la montaña picuda y habrás encontrado el camino—una luz que parecía salir de todos lados lleno todo cuanto se podía observar mientras el extraño se fundía con el resplandor para luego desaparecer
—Espera brujo, no entiendo, ¿como te encontrare?
—Ya lo has hecho Luna, ya lo has hecho, sigue las estrellas gemelas –el escenario cambio radicalmente ahora Luna se encontraba en una cueva con una gran laguna de agua cristalina en su seno. Solo se escuchaba el eco de las gotas cuando se unen con el agua acumulada por eones. Al acercarse a una de ellas levanto la vista pues en la oscuridad se distinguía en el otro extremo de la poza, un par de luces de un tamaño por demás pequeño y una simetría desconcertante, al observar mas de cerca estas luces, no pudo evitar pensar que parecían estrellas un par de diminutas estrellas gemelas de pronto intempestivamente las luces se acercaron hasta el extremo de la poza en donde se encontraba Luna y como un reflejo se situaron en la misma poza justo bajo sus pies. Luna se puso de rodillas para observar mas de cerca estos blancos luceros, cuando alguna clase de tenue luz que parecía provenir de todos lados ilumino la caverna y al ver el reflejo en la poza vio su propio reflejo, solo que este en vez de ojos tenia un par de luces que mas parecían estrellas, un par de estrellas perfectamente simétricas, gemelas, al observar con mas intensidad el reflejo este cambio tomando la forma de ese hombre descolorido que habitaba en sus sueños, sorprendiéndole lo similares que eran siendo tan diferentes, poco a poco la poza volvió a tomar su claridad, apareciendo arriba de una estalagmita gigantesca una mujer desnuda con el cabello tan largo como su cuerpo y una voz hipnótica y cadenciosa que sin mas se dirigió a Luna, quien atrapada por la curiosidad no hizo mas que escuchar.
—Sigue la visión de la poza y encuentra al brujo del (espacio) así encontraras tu destino
La visión se fue como vino dejando el eco de las palabras repercutiendo en la cabeza de Luna, el recuerdo aun fresco de los dos ojos como estrellas alternando en su rostro y en el rostro del hombre de sus sueños, y un suave olor a flores grabado en su piel.
El  sol se asoma y la luz penetra en la noche renaciendo así el día y con el la idea de encontrar al brujo.
—Dormí de más, ya se ve el sol. Ese sueño me tomo mas tiempo de lo usual aunque valió la pena ahora se que es lo que debo hacer para encontrar al brujo, Otra cosa que se salió de lo usual es que no tuve mi sueño habitual, solo vi fugazmente en esa poza a mi hombre descolorido, esta vez no hubo ninguna visión de aquel sitio tan desolado, ni de ese hombre de ojos tan extraños y corazón tan triste. Bueno mejor será que abandone mis pensamientos y abandone también este lugar para seguir adelante, no tengo tiempo que perder, ojala vuelva a encontrarme con esa extraña bruja. ¿Por que será que hay tantos brujos? ¿Que los hace diferentes de los demás? y ¿Como se convirtieron en brujos? es un muy mal momento para serlo, ya sean blancos o negros son perseguidos y asesinados por los exiliados, y son temidos y odiados por todos los demás, cada vez hay mas cosas que no entiendo, ¿de donde vienen? ¿Como llegaron aquí?—Más decidida que nunca Luna ancaba a pasos agigantados que la llevaban trastabillando y retumbando de las rodillas a la quijada, trataba de poner en su mente las palabras del brujo pero no podía sacarse d la cabeza a aquel extraño de sus sueños
—Que dijo ese viejo loco algo de un manantial pues voy en la dirección correcta esa cima picuda debe ser la montaña ahora tengo que buscar un manantial—Luna había sido entrenada por los exiliados para ser una asesina competente e implacable así que era experta en cazar, rastrear huellas, supervivencia y otras cosas para las cuales ahora encontró una utilidad realmente satisfactoria
—Bien encontré el rastro aquí hay huellas de un hombre con bastón y de diferentes animales y todas van en la misma dirección el manantial, debe de estar muy cerca—en las enaguas de un mezquite, exactamente donde el nagual había dicho estaba el manantial era un pequeño charco de agua cristalina en donde lo único que se veía eran las diminutas piedras que se movían en el fondo y las burbujas de agua que borboteaban en la superficie, había también un silencio no natural que rodeaba el lugar tan seco y tan penetrante que casi podía escucharse al observar alrededor Luna tuvo la sensación de que alguien la observaba. Escudriñando con sus depredadores ojos tiro una mirada en los alrededores para encontrarse con una soledad desconcertante pues sus ojos le decían algo que sus instintos contradecían ella sabia dentro de su pecho que alguien o algo estaba cerca pero quien o que era ese alguien que tenia la presencia suficiente para erizarle la piel a una asesina perfectamente entrenada, bueno ex asesina lentamente se inclino para observar dentro del manantial pero no se aparecía nada ni una visión, ni un susurro, nada después de intentarlo todo empezaba Luna a perder la paciencia cuando una hermosa libélula tornasol paso frente a sus ojos posándose en la orilla del manantial encima de una roca que asemejaba al rostro de algún felino. En el reflejo se veía la libélula parada batiendo sus alas  al ir bajando la mirada poco a poco hacia su pecho el reflejo le mostro que la libélula se encontraba exactamente en medio de sus ojos  mirando en dirección al noroeste.
— ¡Eso es! lo he descifrado, hacia allá es hacia donde debo ir, allá es donde encontrare al brujo y con el respuestas y tal vez algo mas—con una triunfante sonrisa en los labios Luna pego un salto en dirección al noroeste. Con cada zancada se sentía mas segura, mas llena, era una sensación aun desconocida mas le hacia sentir tan viva que mientras corría se prometió a si misma que jamás viviría otra vez siguiendo los deseos de alguien mas, solo se seguiría a si misma.
 Terminando las montañas la esperaba el brujo y con el las respuestas que por fin pondrían  paz y dirección en su vida, por fin el futuro no se veía tan sombrío o al menos eso pensaba. Pasaron varios días y noches de escalar y caminar entre peñascos escarpados y engañosos antes de que Luna alcanzara a ver el fin de las montañas a lo lejos se veía ya un valle gigantesco lleno de cactus y esperanzas, había llegado al limite de las montañas y al comienzo del desierto se detuvo para tomar un merecido descanso después de una marcha tan desgastante, parando solo para comer algunas serpientes insectos y raíces y descansando solo lo indispensable, Luna se encontraba al limite de sus fuerzas así que tomo la decisión de pasar esa noche bajo un gigantesco eucalipto ya de bajada de las montañas—me siento rendida tengo que pasar una noche completa de sueño para recuperar mis fuerzas además no creo que sea quien sea de mis hermanos que me persigue me haya seguido el paso de cerca pondré un par de trampas solo para esta segura y me subiré a dormir a este viejo árbol por suerte el viento va en dirección al norte eso evitara que me huela mañana encontrare al brujo y obtendré mis respuestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario